Padre exige responsabilidad de Institución Educativa
- Por accidente que mutiló a su hijo
La comunidad educativa de Maynas se encuentra conmocionada tras un trágico accidente que mutiló el dedo meñique de Michael Ojanama, un niño de apenas 7 años, en su escuela. Ayer, en un aparente acto de negligencia, el menor perdió parte de su dedo, desatando una ola de indignación y preocupación entre los padres de familia y las autoridades locales.
Michael Ojanama, padre del menor, ha expresado su profunda indignación y dolor ante lo sucedido, y ha decidido emprender acciones legales contra la institución educativa responsable. «Es una falta de respeto y una burla a nuestro dolor. La vida de mi hijo ha cambiado para siempre, y no solo físicamente. Ahora podría ser víctima de Bullying y enfrentar dificultades en el futuro», declaró visiblemente afectado.
La controversia se intensificó cuando, según el padre del menor, las autoridades escolares intentaron silenciar el incidente ofreciéndole la suma de 20 soles a cambio de no denunciar el hecho. Este acto ha sido calificado por la comunidad como una muestra de desprecio y negligencia por parte de la institución.
En respuesta al incidente, Polansky Rodríguez, director de la UGEL Maynas, se trasladó inmediatamente a la escuela para llevar a cabo una investigación exhaustiva. Rodríguez aseguró que se tomarán las medidas adecuadas para sancionar a los responsables si se comprueba negligencia. «La seguridad de los estudiantes es nuestra prioridad y no permitiremos que situaciones como estas queden impunes», afirmó con determinación.
El señor Ojanama ha manifestado su firme intención de buscar justicia. Para él, no se trata solo de obtener una compensación económica, sino de asegurar que este tipo de accidentes no se repitan. «Quiero que los responsables paguen por su negligencia y que se implementen medidas de seguridad para proteger a todos los niños de esta escuela», sentenció.
La noticia ha generado una ola de apoyo y solidaridad hacia la familia Ojanama. Padres de otros alumnos han expresado su preocupación por las condiciones de seguridad en la escuela y han exigido una revisión exhaustiva de las mismas. Además, organizaciones de derechos de los niños han comenzado a monitorear el caso, ofreciendo asesoría legal y apoyo emocional a la familia afectada.
Este lamentable incidente subraya la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad en las instituciones educativas y de establecer protocolos claros para la prevención y manejo de accidentes. La comunidad espera que este caso sirva como un llamado de atención para que se tomen las acciones necesarias y se evite que otras familias sufran tragedias similares.
«Es inaceptable que una escuela no tenga las medidas de seguridad adecuadas. Estamos con la familia Ojanama en su lucha por justicia», dijo una madre de familia.
La comunidad educativa y las autoridades deberán trabajar conjuntamente para garantizar que la seguridad de los estudiantes sea siempre la prioridad, y que situaciones como la vivida por la familia Ojanama no se repitan en el futuro.