Asaltan a estudiante dela Facultad de Ingeniería Química de la UNAP
- Se llevaron un celular de alta gama valorizado en 2 mil soles
La madrugada del lunes se registró un nuevo asalto en la ciudad de Iquitos, un episodio que deja en evidencia la creciente inseguridad que enfrentan los ciudadanos. La víctima, Paul Villacorta Arriola, un joven estudiante de 21 años de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), fue interceptado por dos delincuentes a bordo de una motocicleta de alto cilindraje.
El ataque ocurrió a las 2:30 a.m. en la intersección de las calles San Martín con Arica. Paul, quien regresaba de su trabajo en un bar, fue sorprendido por los criminales, uno de los cuales lo apuntó con una pistola. «Ya perdiste,» le dijeron antes de despojarlo de su celular, valorado en 2000 soles, que contenía información valiosa relacionada con sus estudios.
La intención de los asaltantes parecía ser también la motocicleta del joven, pero la presencia de otros vehículos que pasaban en ese momento les hizo desistir y huir rápidamente del lugar. A pesar de los esfuerzos de Paul por rastrear su celular, este permanece apagado, aumentando su angustia y preocupación.
Esta situación resalta la vulnerabilidad a la que están expuestos los ciudadanos de Iquitos, incluso en zonas céntricas y en horas de la madrugada. Paul, quien se esfuerza por costear sus estudios trabajando de noche, es solo uno de los muchos jóvenes que diariamente enfrentan el riesgo de ser víctimas de la delincuencia en la ciudad.
La situación plantea serias interrogantes sobre la efectividad de las políticas de seguridad y la necesidad urgente de medidas concretas para proteger a los ciudadanos. La policía local debe redoblar esfuerzos en la vigilancia y patrullaje de las calles, especialmente en horarios críticos y en puntos estratégicos donde los actos delictivos se están volviendo cada vez más comunes.
Es indispensable que las autoridades actúen con firmeza y rapidez para detener la ola de asaltos que azota a Iquitos. La vida y el bienestar de personas como Paul no pueden seguir en peligro. La población exige seguridad y el cumplimiento del deber por parte de quienes están encargados de protegerla.