Casos de varicela aumentan en el Perú mientras que la vacunación disminuye: el panorama a nivel nacional
Hasta la segunda semana de abril de 2024 se han reportado más de 600 contagios de varicela en todo el país, lo que representa un aumento del 65% a comparación con el mismo periodo del 2023, según cifras del Ministerio de Salud, ¿Cuáles son las regiones con más contagios y por qué no se está vacunando?
Entre enero y las dos primeras semanas de abril de este año, se reportaron 677 casos de varicela en el Perú, según la Sala Situacional del Ministerio de Salud al cierre de este informe. Esto equivale a un aumento de más de 200 casos en comparación del mismo periodo del 2023, donde se registraron 439 contagios.
Las regiones que más contagios reportan son Lima (143), Piura (79) y Arequipa (75), de acuerdo al Ministerio de Salud. Esta enfermedad, que afecta principalmente a niños y niñas menores de edad, ha ido en incremento en nuestro país desde el 2022 año en el que llegamos a 1,521 casos. En 2023, mientras tanto, llegamos a los 1,715.
Baja cobertura de vacunación
Uno de los factores que han acelerado este aumento es la brecha de vacunación que seguimos arrastrando desde la pandemia, indica el médico pediatra y exdecano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo. “Durante esos años toda la prioridad fue atender la COVID-19; sin embargo, muchas vacunas [para otras enfermedades, entre ellas la varicela] no llegaron ni al 70% de cobertura”, señala.
Según cifras oficiales, en el 2021 solo se llegó al 66% de cobertura de vacunación antivaricela a nivel nacional. Esto mejoró levemente al 69% en el 2022 y en el 2023 se alcanzó el 81% de población vacunada contra la varicela. Sin embargo, aún no se alcanzan las cifras necesarias para disminuir los contagios.
«Las personas no están convencidas de la importancia de la vacuna. Lamentablemente durante la pandemia hubo muchos comentarios negativos y las coberturas siguen siendo deficitarias», agrega Urquizo.
La vacuna contra la varicela se debe colocar a los 12 meses de edad con una única dosis, según el Esquema Nacional de Vacunación, y una dosis de refuerzo a los cuatro años. El Minsa ha previsto vacunar a 483 mil niños y niñas durante todo el 2024, pero hasta la publicación de este informe solo se ha llegado a vacunar a 142 mil, es decir, el 29%.
Para Paloma Pacheco, experta en políticas públicas de salud, es urgente que se fortalezcan las políticas de vacunación, pues estamos hablando de enfermedades que se habían logrado reducir en el pasado. «Se nota el incremento de casos, que ya no veíamos y prácticamente dábamos como no existentes, porque los niños [y los padres de familia] seguían el esquema de vacunación», sostiene.
En esa línea, tenemos que la proporción de muertes por varicela también ha aumentado. De acuerdo con la Sala Situacional del Minsa, en el 2022 se reportó un fallecimiento por esta enfermedad, pero el número aumentó a cuatro en el 2023.
«Los niños no deberían morir de varicela. Esta es una enfermedad que ya tiene una vacuna y se aplica de manera gratuita en los más de 8 mil establecimientos de salud en todo el país», indica la especialista, quien también es fundadora de la ONG Una Vida por Dakota, asociación que promue Acelerar campañas de vacunación y concientización
El doctor y exministro de salud, Óscar Ugarte, recuerda que la vacuna contra la varicela recién se ha incorporado al Esquema Nacional desde hace seis años. Lo que sucede es que mucha gente no conoce que es posible vacunarse contra esta enfermedad y eso se debe tener presente para difundir la información para [los padres de familia], comenta,
“Los niños entre cuatro y seis años deben recibir una segunda dosis de refuerzo contra la varicela. Siempre escucho ‘debo vacunar a mi hijo en la primera etapa de vida’, pero deben tener en cuenta que no es solo a esa edad”, agrega Paloma Pacheco. ve una cultura preventiva de salud.
Si bien, la mayor frecuencia de la enfermedad se da en niños de 0 a 11 años, un aproximado de 18% también se presenta en jóvenes, advierte Ugarte. Por ello recomienda trabajar de la mano con otros sectores como el Ministerio de Educación. «Los profesores pueden ser los que están atentos a los síntomas; si es que el niño empieza a tener fiebre o tiene ampollas que pueden no haber sido percibidas en casa», sugiere el exministro de Salud.
Ya sea en la educación preescolar o escolar, pero principalmente en primaria, los docentes deben estar alerta a estas posibles enfermedades pediátricas y dar aviso al establecimiento de salud más cercano, además de la familia, para que puedan recibir el tratamiento adecuado.