Internan en el penal de Iquitos a «Los sicarios de Gabriel»
•Por 18 meses de prisión preventiva En una reciente audiencia de prisión preventiva, el juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Maynas admitió el requerimiento de la Fiscalía Provincial y ordenó el internamiento en el penal de varones de Iquitos por un período de 18 meses contra Carlos Alberto Boza Insapillo (23), alias «Cachetón» o «Crespo», y Joyner Adrián Navarro Tamara (35), alias «Tuky». La tercera implicada, Katy Mafra Ferreira (33), alias «Katy», recibió comparecencia restringida.
Los tres están implicados en la presunta comisión de múltiples delitos: contra la tranquilidad pública, la paz pública en la modalidad de organización criminal y marcaje o reglaje; contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de sicariato; y contra la seguridad pública en la modalidad de fabricación, comercialización, uso o porte de armas de fuego. Los delitos están en agravio del Estado peruano y otros.
La investigación, iniciada el 12 de febrero de 2024, los vincula con 14 asesinatos por encargo en los distritos de Punchana, Belén, Iquitos y San Juan Bautista, en la provincia de Maynas, desde el 2023 hasta la actualidad. Según las investigaciones, «Los Sicarios de Gabriel» estaría conformada por ciudadanos extranjeros de nacionalidades colombiana y brasileña, además de peruanos.
El 15 de julio pasado, en un operativo judicial, agentes de la División de Investigación de Alta Complejidad (DIVIAC) y personal de la PNP de Loreto, detuvieron a los implicados cerca de la planta cervecera Iquiteña, en el Km 3.500 de la carretera Iquitos – Nauta. Durante el allanamiento en busca de otro implicado, fue detenida Flora Ofelia Fasabi del Águila por presunta comisión del delito de tráfico ilícito de drogas. Actualmente, sigue bajo investigación en el área antidrogas del DEPANDRO Iquitos.
Joyner Adrián Navarro Tamara, alias «Tuky», es identificado como el cabecilla de la organización, encargado de ejecutar los asesinatos por encargo a cambio de grandes sumas de dinero. «Tuky» se destaca por su habilidad para marcar y controlar las rutinas de sus víctimas, convocando a su grupo de hampones para concertar la ejecución del crimen.
Katy Mafra Ferreira, alias «Katy», actuaba como campana, localizando a las víctimas y vigilando la ausencia de policía. Posteriormente, informaba a los sicarios para ejecutar los crímenes a bordo de una motocicleta. Los clientes debían pagar la mitad del monto pactado antes del asesinato y la otra mitad después de cumplido el encargo.
La detención y el procesamiento de «Los Sicarios de Gabriel» representan un importante golpe a la criminalidad organizada en la región de Loreto. Las autoridades continúan investigando para desmantelar por completo la red y llevar a todos sus miembros ante la justicia.
