Piratas del río asaltan a patrón de la embarcación fluvial Eduardo VIII
- Se roban motor valorizado en 9000 soles
La creciente inseguridad en las aguas del río Amazonas continúa dejando víctimas en la región. En la madrugada de ayer, un nuevo caso de piratería fluvial sacudió a la comunidad de Gallito, en la entrada a la Isla de Panguana, cerca de Tamshiyacu. Esta vez, el objetivo fue la motonave Eduardo VIII, cuyo capitán, Juan Bautista Pizango, de 54 años, fue brutalmente asaltado por tres delincuentes armados.
Según el testimonio de la víctima, tres individuos encapuchados abordaron la embarcación en una chalupa, armados con pistolas y machetes. Sin mediar palabra, los delincuentes amenazaron a Pizango, quien, a pesar de intentar defenderse, se vio superado por la violencia y el número de atacantes. Uno de los criminales, portando un machete, intentó agredir físicamente al capitán, quien optó por no resistir para evitar un desenlace trágico.
Los piratas del río se apoderaron de un motor fuera de borda Yamaha de 15 HP, valorizado en aproximadamente 9000 soles, antes de huir hacia una dirección desconocida. El robo de este equipo supone un golpe devastador para el capitán Pizango, quien depende de su embarcación para sustentar a su familia.
El asalto ha generado alarma entre los pobladores de la comunidad de Gallito y zonas aledañas, quienes demandan una mayor presencia de las autoridades para garantizar la seguridad en esta parte del Amazonas. La situación de inseguridad en las rutas fluviales se ha vuelto crítica, con incidentes de piratería cada vez más frecuentes, afectando no solo a los capitanes y propietarios de embarcaciones, sino también al comercio y el transporte de bienes en la región.
El capitán Pizango presentó la denuncia del asalto en la comisaría del sector, donde espera que se realicen las investigaciones necesarias para capturar a los responsables y recuperar el motor robado. Sin embargo, los vecinos expresan su escepticismo ante la posibilidad de justicia, citando la falta de recursos y la limitada presencia policial en las áreas fluviales más remotas.
La piratería fluvial no es un fenómeno nuevo en la región amazónica, pero su frecuencia ha aumentado en los últimos años, alimentada por la impunidad y la escasa vigilancia en los ríos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los piratas continúan aprovechando las vastas y complejas vías fluviales para perpetrar sus delitos, poniendo en riesgo la seguridad de quienes dependen del río para su sustento.
Este nuevo hecho suma la urgencia de fortalecer las medidas de seguridad en las rutas fluviales del Amazonas. La población exige un plan de acción concreto por parte de las autoridades, que incluya patrullajes constantes y un sistema de alerta temprana que permita a los capitanes y tripulantes responder ante situaciones de peligro.
Mientras tanto, Juan Bautista Pizango, como muchos otros en la región, deberá enfrentar las secuelas de este violento ataque, con la esperanza de que algún día se haga justicia y se recupere la tranquilidad en las aguas del Amazonas.