Vaciantes de los ríos afectaría economía de Iquiteños
•Expertos señalan que fenómeno duraría hasta fin de año
El alarmante descenso en los niveles de los ríos Amazonas, Nanay, Napo e Itaya ha puesto en jaque a la ciudad de Iquitos y sus alrededores. Declarados en alerta roja por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), estos ríos registran niveles históricamente bajos, afectando gravemente la economía local, especialmente al sector del transporte fluvial.
El Senamhi informó que esta semana el río Amazonas alcanzó apenas 107.24 metros sobre el nivel del mar, con una tendencia descendente. Este fenómeno ha provocado retrasos significativos en las rutas acuáticas, especialmente en las que conectan Iquitos con Santa Rosa, en la triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia. Los transportistas reportan demoras de hasta seis horas, lo que pone en riesgo la salubridad de los productos de primera necesidad que transportan.
La situación se agrava con las embarcaciones varadas en las orillas del río Itaya, donde el bajo nivel de agua y los bancos de arena dificultan la navegación. Si la vaciante continúa, se estima que en un plazo de 15 a 30 días las operaciones fluviales podrían suspenderse por completo, lo que significaría un golpe para la economía regional.
Además, el impacto en los precios de los productos de primera necesidad ya se está sintiendo en los mercados. La escasez de combustible en la región fronteriza agrava la situación, encareciendo el transporte y amenazando con un desabastecimiento generalizado. El suministro de agua potable también está en riesgo, ya que el bajo caudal del río Nanay dificulta la captación necesaria para abastecer a la población.
Fotografías recientes del Senamhi muestran un escenario preocupante: los niveles de los ríos han disminuido considerablemente en zonas clave como la triple frontera, la provincia de Requena, y la confluencia del Nanay con el Amazonas en el sector de Masusa. Los expertos advierten que esta sequía podría ser una de las más severas del año, con la posibilidad de que los ríos no comiencen a mostrar signos de recuperación hasta octubre, y en el peor de los casos, hasta finales de año.
Mientras tanto, la población de Iquitos y las empresas que dependen del transporte fluvial enfrentan tiempos difíciles, con incertidumbre sobre cuándo volverán a la normalidad los niveles de agua en los ríos.